En cualquier instalación eléctrica, la seguridad es una prioridad absoluta. Uno de los elementos clave para proteger a las personas, los equipos y la propia instalación frente a accidentes eléctricos es el magnetotérmico, también conocido como interruptor automático o interruptor magnetotérmico.
Este dispositivo, que forma parte del cuadro eléctrico de todas las viviendas y locales, cumple una función esencial: cortar el suministro eléctrico cuando detecta una anomalía que pueda suponer un riesgo.
Aunque muchas personas han oído hablar de ellos o incluso han tenido que volver a subirlos tras una caída de tensión o sobrecarga, no siempre se entiende bien qué hacen o cómo actúan. Por eso, en este artículo te explicamos de forma clara qué es un magnetotérmico, cómo funciona, qué tipos existen y por qué es tan importante en la seguridad eléctrica del hogar.
Qué es un magnetotérmico y qué función cumple
El interruptor magnetotérmico es un dispositivo de protección que forma parte del cuadro eléctrico general. Su misión principal es interrumpir automáticamente el paso de corriente eléctrica cuando se produce una sobrecarga o un cortocircuito en el circuito al que está conectado. Esto evita tanto daños en la instalación como posibles incendios o accidentes personales.
A diferencia de los antiguos fusibles, que al fundirse debían reemplazarse, los magnetotérmicos pueden rearmarse manualmente una vez que ha desaparecido el problema. Esta característica los hace más prácticos, duraderos y seguros.
Su nombre proviene de los dos mecanismos que lo componen: uno magnético y otro térmico, que trabajan en conjunto para detectar distintas anomalías eléctricas y cortar la corriente cuando es necesario.
Cómo funciona un magnetotérmico
Doble sistema de protección: térmico y magnético
El funcionamiento del magnetotérmico se basa en dos principios físicos que permiten detectar dos tipos de fallos eléctricos:
1. Protección térmica (por sobrecarga):
Cuando el consumo eléctrico supera durante un tiempo determinado la capacidad del circuito, se produce un calentamiento de los conductores. Esto puede deberse, por ejemplo, a que se conecten demasiados electrodomésticos en un mismo punto. El magnetotérmico incorpora una lámina bimetálica que se deforma con el calor. Cuando la temperatura es demasiado alta, esta lámina actúa mecánicamente y abre el circuito, cortando el paso de corriente para evitar daños mayores.
2. Protección magnética (por cortocircuito):
Si ocurre un cortocircuito —por ejemplo, cuando se unen accidentalmente fase y neutro— se genera un pico de intensidad muy alto de forma instantánea. En este caso, el magnetotérmico reacciona mediante una bobina magnética que genera un campo electromagnético capaz de accionar el mecanismo de disparo de manera inmediata, incluso en milisegundos, cortando la corriente de forma casi instantánea.
Gracias a esta doble protección, el magnetotérmico no solo protege la instalación, sino que evita riesgos graves como incendios, electrocuciones o averías en los aparatos eléctricos.
Dónde se encuentra y cómo identificarlo
El magnetotérmico se encuentra en el cuadro eléctrico de la vivienda, local o edificio, junto con otros dispositivos como el diferencial o el interruptor general automático. En la mayoría de los casos, verás varios interruptores alineados que controlan diferentes zonas de la instalación: iluminación, enchufes, cocina, aire acondicionado, etc.
Cada uno de ellos tiene una etiqueta o inscripción que indica su intensidad nominal (por ejemplo, 10A, 16A, 20A...), es decir, la máxima corriente que puede soportar antes de dispararse. También pueden incluir una letra que indica la curva de disparo (B, C o D), relacionada con la sensibilidad del mecanismo ante picos de intensidad.
Tipos de magnetotérmicos según su aplicación
Existen diferentes tipos de magnetotérmicos en función del uso previsto y de la curva de disparo:
Curva B:
Son los más sensibles y se utilizan en circuitos domésticos con baja corriente de arranque, como la iluminación. Se disparan con sobrecargas ligeras o pequeños cortocircuitos.
Curva C:
Son los más habituales en viviendas y pequeños comercios. Tienen una tolerancia mayor al pico de arranque, por lo que se usan en enchufes generales y electrodomésticos.
Curva D:
Son más lentos en dispararse y se utilizan en instalaciones industriales donde los equipos tienen grandes picos de arranque, como motores o maquinaria pesada.
Además, los magnetotérmicos se diferencian por el número de polos (unipolares, bipolares, tripolares…) según el número de fases que se necesite controlar.
Por qué es fundamental tener un magnetotérmico adecuado
Tener instalados magnetotérmicos adecuados y en buen estado es fundamental para garantizar la seguridad eléctrica de cualquier espacio. Una mala elección de la intensidad o de la curva de disparo puede derivar en falsas alarmas (disparos innecesarios) o, peor aún, en una falta de protección efectiva ante una sobrecarga real.
Por eso, tanto en nuevas instalaciones como en reformas eléctricas, es importante contar con el asesoramiento de un electricista profesional que evalúe las necesidades reales de la instalación y seleccione los dispositivos más adecuados.
Compra tu magnetotérmico en una tienda especializada
Hoy en día, es muy sencillo adquirir material eléctrico de calidad a través de tiendas online especializadas. Si necesitas cambiar o ampliar los magnetotérmicos de tu instalación, asegúrate de comprar productos homologados, de marcas reconocidas y que cumplan con la normativa europea vigente. Algunos distribuidores incluso ofrecen asesoramiento personalizado para elegir el modelo exacto que necesitas.
Ya sea para una vivienda, un negocio o una instalación industrial, el magnetotérmico es una inversión en seguridad que no debe tomarse a la ligera. Detecta, protege y actúa cuando más lo necesitas. Tenerlo funcionando correctamente es tan importante como saber qué hace y cómo puede salvar tu instalación —y tu tranquilidad— ante cualquier fallo eléctrico.
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